Modelos y paradigmas de Didáctica y curriculum

Buenas días, después de bastante tiempo vamos a continuar con la asignatura de Didáctica.
Hoy vamos a ver los diferentes modelos de Didáctica y qué es eso del currículum, como bien dice el título. Pero para empezar con buen pie os dejo un vídeo que explica muy bien lo que es un CURRÍCULUM EDUCATIVO (aunque ya más abajo lo explico yo con mis palabras).

                     

Existen diferentes formas de desarrollar un proyecto educativo y hoy pretendo enseñaros cuales son esas formas. Sin embargo, sería imposible explicaros cuales son esas formas de llevar a cabo un proyecto sin saber lo que es un currículum. Un currículum es el programa de una asignatura o de un proyecto educativo que sirve para orientar al educador. Se trata de la forma en que se plantea el proyecto antes de comenzarlo, ya que antes de dar una clase hay que tenerla preparada y organizada para poder llevarla a cabo con precisión y confianza. Está dividido en tres fases: diseño, desarrollo y evaluación.
El diseño sería el "boceto" de lo que queremos hacer, nuestra creación del proyecto.
El desarrollo sería la etapa en la que el proyecto se lleva a cabo.
Y, por último, la evaluación, sería la valoración de como lo hemos desarrollado, los resultados que hemos obtenido y si hemos cumplido nuestros objetivos.

El currículum es totalmente dinámico, ya que se puede cambiar según vayamos viendo la situación respecto a los alumnos, al profesor o al temario. Debe ir evaluándose contínuamente para la mejora del mismo y el análisis de los cambios que vayamos haciendo.
Del currículum como proceso podemos distinguir cuatro fases fundamentales: La fase de diagnóstico, la fase de planificación, la fase de aplicación y la fase de evaluación.
La fase de diagnóstico o fase previa trata de conocer y tener en cuenta todas las necesidades por las que se realiza el proyecto. Hay que analizar todo, la metodología, la institución, los profesores, los alumnos, las necesidades de los alumnos, los horarios, etc. Con el fin de llevar a cabo el proyecto con la mayor eficacia posible. Como si de un médico se tratase se debe analizar y diagnosticar la situación antes de ponernos a crear ideas.
                                               
La fase de planificación o de elaboración del diseño curricular es una especie de boceto inicial del proyecto que se podrá ir modificando dependiendo de las necesidades a medida que vayamos avanzando en las diferentes fases. En este escalón debemos tener en cuenta elementos como los contenidos, los recursos, las necesidades, las espectativas y objetivos, la evaluación, etc. En un proyecto siempre hay que llevarlo todo bien planificado y no hacer las cosas a la ligera porque nunca se sabe lo que puede pasar o las nuevas necesidades que pueden surgir.
                                                       
La fase de aplicación o gestión del diseño es la fase en la que se desarrolla por fin el currículum. Sin embargo, no podemos pensar que con preparar el currículum basta. Un currículum educativo no es algo que pueda hacerse de una sola vez, ni de dos. El currículum requiere atención continua y debe ir haciéndose conforme vayamos avanzando en el proyecto. Esta fase puede ser como un proceso de modificación del boceto de planificación que ya teníamos hecho. En esta etapa, la teoría que habíamos preparado se pone en marcha y se comienzan a cambiar cosas en ella porque es muy distinta la teoría a la práctica. Van surgiendo cada vez nuevos problemas y necesidades que no habíamos tenido en cuenta en la planificación por lo que ahora debemos mejorarla y de forma continua a medida que avance el proyecto.

La fase de evaluación del currículum es en la que se analizan y se evalúan los datos recogidos en las diferentes fases y durante el proyecto. El objetivo de esta fase es comprobar los resultados que hemos obtenido y analizar si hemos cumplido las necesidades y objetivos planteadas al principio. Así como analizar los problemas que han ido surgiendo para mejorar en cualquier otro proyecto educativo que realicemos con posterioridad. Si analizamos bien los errores cometidos, para la próxima vez será más difícil cometerlos y no caeremos en el despiste o error de la otra vez. Ya que como bien dice el dicho: "Con la práctica se hace el maestro."

Como acabamos de ver, el currículum es un proyecto de realización continua y con gran cantidad de cambios, modificaciones y reconstrucciones para conseguir cada vez más mejoras e innovaciones. Pero los currículos se pueden realizar de muchas maneras diferentes dependiendo de la ideología y forma de pensar de los creadores del proyecto en cuestión. Por eso mismo, ahora vamos a ver los cinco modelos de diseño curricular que se usan como diferentes estrategias complementando varios modelos diferentes o usando solo uno estrictamente para llevar a cabo proyectos. La principal función de los modelos es que sirvan de base mediante la experiencia y el uso de ellos para que cada docente cree su modelo más adecuado modificando y mezclando cosas que les gusten o disgusten de cada modelo.

 Los elementos con los que vamos a analizar cada uno de los modelos son: grupos destinatarios, objetivos, contenidos, metodologías, recursos didácticos, evaluación y formador.

Modelo academicista:
La concepción academicista fue la usada en las escuelas del siglo XIX. Lo más importante para este modelo son los contenidos, el saber, el conocimiento de una ciencia. Un formador de este modelo debe ser un especialista en la materia que va a impartir, sin importar ninguna otra cosa. No necesita ningún conocimiento de didáctica ni pedagogía. Ya que con este modelo se piensa que cuando alguien domina perfectamente un contenido, también sabe comunicarlo y transmitirlo sin problema. Lo importante es que los alumnos dominen los contenidos que su formador les trasmite. Este modelo es sumamente necesario para que los formadores lo utilicen en la introducción y conclusiones de los temas.
Los grupos destinatarios de este modelo suelen ser homogéneos, es decir, todos los alumnos tienen las mismas necesidades e intereses. Por lo que cada uno de los alumnos pueden avanzar en los conocimientos en igual medida.
Los objetivos son el mero hecho de informar y transmitir conocimientos. Que los alumnos solamente "sepan", sin importar que "sepan aplicar o transmitir".
Los contenidos son el apartado más importante de este planteamiento curricular. Las clases suelen ser de carácter informativo en las que los alumnos deben aceptar los conocimientos sin más.
La metodología principal es la clase magistral con el apoyo de algún recurso tecnológico como podrían ser las presentaciones en power point. Por supuesto los alumnos pueden preguntar dudas a sus profesores siempre y cuando pertenezcan al mismo tema que se esté impartiendo.
Los recursos más utilizados son la autoridad y los conocimientos del formador. Podríamos decir que "lo que el formador diga va a misa". El formador, como ya hemos dicho antes, puede apoyarse de algún recurso tecnológico.
La evaluación está basada en la reproducción de los contenidos aprendidos mediante la memoria, sin importar que el alumno haya comprendido o no estos conocimientos que tiene en su cabeza. El problema de esta forma de aprender es que será difícil que el alumno utilice estos contenidos posteriormente, además de que resulta más fácil olvidarlos.
El formador debe ser un especialista en la materia y debe tener gran capacidad de comunicar fácilmente estos conocimientos, aunque si se trata de un especialista en pedagogía entonces eso sería ya la guinda del pastel, es decir, perfecto.

Modelo conductista:

El modelo conductista es el modelo de referencia educativa típico de la época de los 70. Un elemento muy importante de este paradigma es el profesor. El profesor es la máxima referencia de conducta para el alumno, el alumno debe saber ante todo que su comportamiento debe ser como el de su profesor, porque es su ejemplo a seguir. El fin último de este modelo es la buena conducta del alumno, por lo que los contenidos que el profesor enseña a los alumnos son solo un medio para llegar a esa buena conducta. El formador refuerza al alumno mediante premios (si ha tenido un buen comportamiento) o castigos (si se ha portado mal). El objetivo del alumno es obtener esos premios y eliminar los castigos, por lo que inconscientemente se va acercando cada vez más al modelo de conducta que el formador tiene como objetivo para los alumnos. Este modelo es sumamente importante porque todo formador debe saber desarrollar conductas en sus alumnos.

Los grupos destinatarios, al igual que en el modelo anterior, son grupos homogéneos con las mismas necesidades y espectativas, por lo que todos reciben el mismo conocimiento. La diferencia es que para este modelo sí se tienen en cuenta las necesidades del alumnado a la hora de definir los objetivos, ya que no todos los alumnos tienen el mismo carácter ni comportamiento.

Los objetivos son una parte fundamental de este diseño en el que el alumno, al terminar el proyecto, más que "saber" debe "ser capaz de..."

Los contenidos en este modelo son solamente el medio mediante el cual se consiguen los objetivos, suelen ser de carácter informativo.

La metodología utilizada es la conducta-ejemplo del profesor y la utilización d premios y castigos para que los alumnos sigan esta conducta. El proceso de aprendizaje es individual y también se suelen utilizar recursos tecnológicos.

Los recursos más utilizados son los tecnológicos, que se usan como premios y motivación para que el alumno siga la conducta adecuada, ya que para el alumno la clase es más entretenida con estos medios audiovisuales.

La evaluación se mide de forma cuantitativa al finalizar el proyecto sin importar el transcurso del alumno durante el curso. Lo importante es si se han cumplido los objetivos prefijados en la conducta de forma detallada y exacta. 

El formador, más que un especialista en la materia, debe ser especialista en didáctica de la motivación para el aprendizaje individual. Es un modelo de conducta que debe transmitir el "saber hacer" a sus alumnos.

Modelo humanista:

El paradigma humanista es el modelo educativo propio de la reforma educativa de la época de los 70, después del modelo conductista. En este modelo el papel más importante lo representa el alumnado, mientras que el formador simplemente es un apoyo que se encarga de facilitar y animar a los alumnos en su desarrollo personal. También se utilizan refuerzos actitudinales, pero esta vez de carácter afectivo entre profesor y alumno, ya que el factor más importante de este modelo es la comunicación. El profesor, además de ser formador, consigue afecto y confianza por parte de sus alumnos. Los anima y los ayuda. Este profesor, como conoce a sus alumnos, es capaz de crear situaciones distintas de aprendizaje para cada uno de ellos porque sabe que el grupo de alumnos no es homogéneo y cada uno de ellos tiene distintas necesidades. Este modelo educativo es muy importante para los profesores porque es necesario para crear un buen clima y favorecer la participación y motivación de los alumnos.

Los grupos destinatarios son un conjunto de individuos aislados y diferentes, donde cada uno de ellos tiene sus propias necesidades y espectativas específicas. Este diseño permite crear situaciones de aprendizaje específicas para desarrollar la personalidad de cada uno de los alumnos.

Los objetivos serán el desarrollo de las cualidades y las características personales.

Los contenidos son de carácter informativo pero sirven para desarrollar las cualidades y actitudes de los alumnos.

La metodología se centra en estrategias con un componente alto de relaciones afectivas que sirven para elevar la autoestima y desarrollar ciertas capacidades. Una ejemplo de estas estrategias podrían ser las dinámicas de grupo.

Los recursos van dependiendo del desarrollo y del tema que se esté dando en la clase. Normalmente suelen ser recursos sencillos y hechos por los mismo alumnos en grupo para mejorar la participación, que expresen su imaginación y que no se aburran. Estos recursos pueden ser posters, carteles, recortes, etc.

La evaluación está basada en la participación y el esfuerzo de los alumnos en sus trabajos en grupo. Se les da a ellos mismo el poder de evaluar si han conseguido mejorar sus capacidades y si se sienten orgullosos del progreso. Así se le da la responsabilidad al alumno de autoevaluarse, asquiriéndo así más motivación y autoestima.

El formador más que controlar al alumnado, lo que hace es orientarlo hacia el aprendizaje y ofrecerle los medios necesarios para su progreso. Este orientador debe tener gran capacidad de comunicación con sus alumnos y tratarlos de forma afectiva y dinamizadora.

Modelo cognitivista o constructivista:

Este modelo es el de referencia dada a partir la época de los 80, y se trata de nuestra conocida LOGSE. La base fundamental del cognitivismo es la comunicación, que ayuda al alumnado en la toma de decisiones. El formador sirve como potenciador los procesos mentales de los alumnos. Mediante la comunicación debe ayudar en la construcción de los procesos mentales de los alumnos, en lo que llamamos la toma de decisiones y la resolución de problemas. Es muy importante el desarrollo psicológico de los alumnos para crear en sí mismos la capacidad de tomar decisiones ante cualquier obstáculo. Todo formador debe dominar este modelo porque los alumnos además de adquirir conocimiento deben saber comunicarlo y utilizarlo, si no lo saben utilizar, apenas les sirve para nada.
Los grupos destinatarios vuelven a ser grupos homogéneos que deben alcanzar un desarrollo psicológico por igual porque, supuestamente, es el que pertenece a su etapa evolutiva. Para mi forma de pensar creo que esta perspectiva está muy equivocada, ya que los alumnos, a pesar de ser de la misma edad, son todos muy diferentes entre sí y no procesan el conocimiento de la misma forma. Pienso que un grupo, por mucho que se igualen sus capacidades, nunca puede llegar a ser homogéneo. Además pienso que lo importante no es homogeneizar el conocimiento de los alumnos, sino destacar y desarrollar en cada uno de ellos el conocimiento que más les motive y mejor se les de. Aún así, sigamos con los objetivos.
Los objetivos son principalmente desarrollar procesos mentales como la recogida de información, manejarla, solucionar problemas con ella, etc. Es decir, que los alumnos sepan utilizar la información que se les da y mediante esa información sepan construir más información nueva.
Los contenidos son el instrumento para el desarrollo de los procesos mentales, aunque lo importante no son los contenidos en sí, sino su estructuración. Los conocimientos deben ir construidos desde los más simples hasta los más complejos, primero el análisis de un problema y luego su solución. Y para ello se suelen utilizar los mapas conceptuales.
La metodología utilizada son los mapas conceptuales para que los alumnos puedan sintetizar la información de forma simple para después hacerla más compleja. En este modelo lo importante no es que los alumnos simplemente reciban la información, sino que posteriormente sepan utilizarla.
Los recursos utilizados con las capacidades del formador para estructurar la información de forma que sepa impartirla de la más simple a la más compleja, apoyándose casi siempre en recursos tecnológicos como vídeos o transparencias para que los alumnos puedan contextualizarla y ubicarse mejor en la información que va a utilizar.
La evaluación suele estar basada en la resolución de problemas o en la definición de como resolverlos. Los problemas .
El formador debe ser un especialista en el tema que está impartiendo y conocer, además, ciertas pautas y principios del aprendizaje, para que sepa transmitir a sus alumnos esta información.

Modelo crítico o socio-crítico:

Este diseño curricular depende de las necesidades sociales y culturales del momento en que se impartan las clases. Este diseño está dedicado al cambio y la transformación social, para que los alumnos sepan analizar las situaciones sociales y proponer cambios a ellas. El formador ejerce un papel concienciador y de compromiso en la eliminación de la desigualdad. Este también es un modelo que todo formador debe saber aplicar para que los alumnos sepan contextualizar los conocimientos a su época social. Este modelo social implica un clima participativo en el que los conflictos son el medio clave para enriquecer el aprendizaje, recreando debates en el aula.

Los grupos destinatarios son grupos con necesidad de concienciación, emancipación social y participación. 

Los objetivos tienen gran carga ideológica. Los alumnos deben desarrollar capacidades de concienciación y de análisis crítico frente al contexto sociopolítico.

Los contenidos no son más que instrumentos para alcanzar las capacidades nombradas antes, capacidades para la transformación social.

La metodología es la forma de poner en contexto los temas explicados mediante dinámicas grupales, pero no para conseguir unos objetivos de carácter afectivo. Sino para poner en práctica los conocimientos críticos y de resolución de problemas dados.

Los recursos no necesitan de mucha tecnología. Simplemente documentación sobre situaciones sociales, vídeo históricos, reportajes de opiniones, etc. para que el alumno se pueda meter en contexto y sacar sus propias conclusiones sobre el tema.

La evaluación sería la búsqueda grupal de dinámicas de intervención social y los criterios de evaluación serían pactados con el grupo, de forma que todo estaría hecho mediante debate.

El formador debe ser un animador sociopolítico capaz de investigar y flexibilizarse a las necesidades sociales, políticas y culturales del momento.

A pesar de haberos expuestos los principales modelos educativos, no existe un modelo con el que la enseñanza vaya a ir mejor o peor. Los son simples referencias para que los formadores tengan al dar sus clases. El mejor modelo es el creado por el propio formador a partir de la experiencia, un modelo flexible capaz de cambiar el modo de dar la clase dependiendo de las circunstancias y necesidades de los alumnos en cada momento. Aunque se piense que un modelo es el mejor, no se podrá utilizar en todas las situaciones, ya que la educación es tan dinámica que requiere de gran cantidad de cambios y de estrategias dependiendo de la situación. A pesar de esta forma de pensar, creo que mi modelo favorito es el humanista. El modelo humanista me parece una forma de humanizar a la población, y más que transmitirnos simples conocimientos nos hace adquirir valores importantes que nos hacen personas. La sociedad actual se basa solamente en el conocimiento y ha olvidado un poco el crear personas mejores mediante la afectividad y mediante valores como la igualdad, el compañerismo, la resolución de problemas en grupo, el apoyo, el quitarle importancia a fallar, etc. Pienso que sin esos valores todo el conocimiento que tenemos las personas sobre gran cantidad de temas sirve para poco.

Y con esto me despido, nos vemos en la siguiente entrada. Un beso.